Cuando sentimos alegría al ver a esa persona nos
estamos enamorando, nos sentimos
atraídos por esa persona especial que llego a nuestra vida,
empezamos a compartir con esa persona nuestros sentimientos y pensamientos más íntimos, tenemos la sensación de que, por fin, hicimos una conexión con alguien.
Este sentimiento nos produce gran
placer, nos sentimos
felices, nos parece que nuestra
pareja es perfecta y la persona más maravillosa del mundo.
Pero pasan el tiempo y pueden ocurrir dos cosas: Acabarse
la magia, ese sentimiento especial y terminar la relación O empezar
amar y construir un futuro juntos llenos de sueños basados en la
realidad, donde juntos lo podrán alcanzar.
Así comienza el verdadero amor…
Es cuando empezamos a amar cuando
dejamos de estar enamorados.
El amor requiere conocer a la otra persona, requiere tiempo, requiere reconocer los defectos del ser amado, requiere ver lo bueno y lo malo de la relación.
No quiere decir que enamorarse no es bueno, al contrario es maravilloso, te
llenas de ilusiones y sueños. Sin embargo es solo el principio
Muchas relaciones terminan cuando
empiezan a ver defectos en la otra persona y a darse cuenta que no es tan perfecta como pensaban.
El verdadero amor no abandona.
Cuando amas a alguien puedes ver sus defectos y los aceptas, puedes ver sus fallas y quieres ayudarlo a superarlas.
Al mismo tiempo esa persona ve
tus propios defectos y los entiende.
El amor verdadero está basado en la realidad, en el día a día no en un
sueño de que encontrar a alguien que tu idealizaste sin conocerlo.
Encontraste a tu alma gemela, pero
también los gemelos discuten y también tienen diferencias.
Amar es poner en una balanza lo bueno y
lo malo de esa persona y después amarla. El amor es una decisión consciente, no del
momento.
El amor nace de la convivencia, de compartir, de dar y recibir, de
intereses mutuos, de sueños compartidos.
El amor nace de los detalles, de las
peleas, de las sonrisas, de los juegos, de las miradas. El amor nace del corazón
El amor verdadero solo existe una vez en
la vida, enamoramientos puede haber por montones pero esos después se acaban,
el amor perdura y lucha para sobrevivir al tiempo o la distancia.
El amor verdadero es reciproco.
Recibes tanto como das.
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